viernes, 15 de julio de 2011

Mi montaña


Había una vez una gran gran montaña. Su majestuosidad, su altura y altivez jamás pasa inadvertida.
A veces, tontamente, te puedes voltear dandole la espalda, y miras para otro lado para intentar obviarla. Pero lo mejor es asumir temprano, que eso es imposible. No se puede...ya lo creo que no se puede. Aunque la ignores dias, semanas...siempre está presente con esa grandeza tan característica.
Cuando la tienes en cuenta, la puedes intentar subir, aun sabiendo que es terriblemente complicado. Desde abajo no se puede ver la cima, solamente con fe.
Aunque es muy duro, aunque haya muchas piedras, aunque el viento sople fuerte y te tire. Es tan bonito y gratificante caminarla, contemplarla...sentirla.
Aunque uno se deje la piel y hasta trozos de su vida en el intento, no importa, por que en esa cima esta esperando el cielo. Ese cielo en el que sólo estás tú...nuestro cielo.



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